Episode 2 - Gabriela Cruz (Español) - Católica

[00:00:00] Josh Galt: Hoy vamos a hacer el episodio en español primero y estoy con la señora Gabriela Cruz, que es católica y vamos a platicar de la religión de catolicismo. Sí, está bien. Bueno, para empezar, me dijiste que te gustaría orar. [00:00:25] Gabriela Cruz: Me parece que es lo más importante que podamos hacer una oración, porque yo no voy a llevar mi mensaje, sino que es la voluntad de Dios. Entonces pues vamos a hacer oración antes de comenzar este podcast, si me permites. ¿Quieres unirte a mi oración, Josh? [00:00:45] Josh Galt: Por favor, adelante. [00:00:47] Gabriela Cruz: De acuerdo. Tengo aquí mi Biblia, así que la voy a abrir como palabra de Dios y dice del salmo 45 Lleno me siento de palabras bellas, recitaré al rey yo mi poema mi lengua es como un lápiz de escritor. Tú eres el más hermoso entre los hombres, en tus labios la gracia se derrama. Así Dios te bendijo para siempre. Amén. Señor, tú nos pides en este día ÿousand que seamos como un lápiz para tus poemas. Te rogamos que nuestra lengua esté llena de palabras bellas para ti. Amén. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ahí me emociono porque a mí me gusta hacer oración, pero generalmente cuando le pido a Dios que nos dé su espíritu, yo no busco un versículo antes [sos/eos] o una palabra que salga específicamente para el momento, sino que lo único que abro es que hago perdón, es abrir mi Biblia y Dios siempre me sorprende. Entonces él va a estar aquí con nosotros en su palabra que es espíritu, verdad y vida. [00:02:05] Josh Galt: ¿Bueno, para empezar, Gabriela, dime un poquito sobre tu historia, como corto algunos dos, 3 min, pero de tu historia de fe, creciste católica, como llegaste al punto donde estás hoy? [00:02:24] Gabriela Cruz: Yo nací católica, he crecido católica y nunca me he separado de mi fe. En mi familia ha sido católica desde mis bisabuelos, mis abuelos, mis padres, nosotros y mis hijos también serán católicos. Sin embargo, pues creo que es muy importante que la fe o la religión que uno elija pues sea algo consciente. En mi historia personal de vida, en la familia donde yo crecí con mis papás, también estaba con la familia de mi mamá muy cercana, que es con la que más he convivido, por donde hemos vivido. Y los hermanos de mi mamá, algunos de ellos se separan de la religión católica hace años y se volvieron protestantes. Y esto pues generó también una situación interesante que fue el acercamiento de mis papás más hacia la fe católica para que mi hermana y yo pudiéramos tener pues una una mayor claridad como niñas en el desarrollo de nuestra fe, de nuestras creencias Ÿousand. Entonces mis papás se volvieron catequistas y nosotras pues íbamos mucho a la iglesia con ellos. De ahí nosotras nos volvimos cada quien en su en su particularidad en su forma de servir, pues dos niñas que servían en la iglesia, yo me hice catequista a los 12 años, o sea, era muy chistoso porque yo tenía que enseñarle a los niños a prepararlos para sus sacramentos y ellos tenían seis años, 7 años y yo tenía 12 o 13 años, entonces era una niña, una preadolescente cuidando a niños y enseñándoles a los niños. Mi hermana por otro lado, ella se volvió acólito, pero por las dos seguimos un camino dentro de la iglesia, estuvimos en diferentes grupos, uno de ellos el camino Neocatecumenal, estuvimos como catequistas, empezamos a encargarnos del tema de liturgia, o sea las lecturas para los niños, nosotras mismas éramos las lectoras de la misa, mi mamá se empezó a encargar del coro de misa de 10:00 a.m. de nuestra parroquia, que hasta el momento ella está ahí y esta misa es para niños. Entonces como la vida llevó a mis papás mucho hacia hacia la catequesis infantil en ese momento, posteriormente pues ya que nosotros fuimos más grandes, entramos a la universidad, ellos empezaron a buscar algo más para adultos y ahora ellos son responsables de pastoral familiar, donde yo también estuve. Además ellos hacían evangelización cristiana para adultos, o sea que a las personas que son católicas, bautizadas, pero que realmente no tienen esa ese conocimiento de que su fe, pues también ellos los evangelizaban. Entonces toda mi vida fue un caminar con mis papás. Sin embargo, alrededor de mis 30 años, 29, 30 años, yo tuve un momento como de break, de ruptura emocional que me sacó de mi contexto y me di cuenta que realmente pues zweitausendeinundzwanzig a lo mejor no estaba segura de lo que creía, ni por qué lo creía, ni hacia dónde iba y si yo seguía un camino de fe, un camino de Dios, sobre todo y principalmente por lo que mis papás me habían inculcado, pero yo no estaba tan consciente de qué era ser católico o qué significaba realmente en mi vida, aunque yo tenía las bases, las semillas, este, el aprendizaje y sobre todo pues lo había hecho en la evangelización muchos, muchos años, en un momento donde yo sí me cuestionaba, ya me lo había cuestionado en el pasado y seguía caminando, pero en este momento en mi vida sí fue importantísimo. Entonces ahí fue donde me pregunté pues quién quería ser yo, si quería ser una mujer que quería continuar de tan arduamente y fervientemente sirviendo a la iglesia, porque lo hacía, si era alguna decisión mía o si era una decisión de alguien más y más que nada plantearme muchas cuestiones existenciales de mi fe, de mi vida, de mi familia, de por qué era yo, quién era, cómo es que había llegado a esa edad, con las decisiones que había tomado, etc. También a nivel personal y eso me permitió pues entregarme más a Dios. Después vino un momento que fue súper importante para mí que fue el tiempo de la pandemia y ahí en ese tiempo pues nosotros siempre seguimos sirviendo a la iglesia que está cercana a nuestra casa. Mi hermana ya no estaba pues en la familia nuclear porque ella ya se había casado y se había ido a Nueva Zelanda a vivir con su esposo y a formar su familia y yo seguía siendo parte de la familia nuclear y el párroco de nuestra iglesia pues nos pide que le apoyemos con transmisiones, con participación en las misas, en las eucaristías y nosotros pues como familia vivíamos en un núcleo de tres personas donde pues era muy fácil que nosotros pudiéramos dar todos los servicios a la iglesia sin tener que involucrar a más personas. Empiezo a abrir la página de facebook, redes sociales para difundir a través de estos canales. 1 día estaba yo en instagram, me llega una invitación, publicidad o no sé de una consagración de la Virgen María en 33 días. ¿A la par yo estaba apenas empezando con las redes y muy en secreto y muy en silencio digo pues voy a hacer esta consagración no? Como que sentí algo ÿousand que las personas incluso dentro de mi casa que eran católicas podrían burlarse de mí o podrían juzgarme. Entonces empecé a hacerlo yo sola y era un audio, un podcast sencillo de 30 min, 20 min, 10 min. Y lo ponías todos los días y hacías unas oraciones en ese mismo momento era tiempo de pascua en la iglesia y pues yo sentía en mi corazón que a lo mejor podríamos hacer una o el resto del rosario o una novena o algo a la Virgen María. Entonces empezamos a hacer unas novenas a María desatadora de nudos para pedir por el fin de la pandemia y pues esa novena se convirtió después en un montón de novenas y se convirtió en dos años de rezar todos los días el rosario. ¿Tengo una comunidad pues de 200 personas, sobre todo en América, desde Canadá hasta Chile, a veces mi hermana se conectaba en Nueva Zelanda, que fue lo que hacíamos en Oceanía y ahí fue donde terminé esta consagración de 33 días y afiancé mi fe, afiancé mi vocación, o sea, yo estaba en un punto donde yo decía bueno Dios mío, qué quieres de mí? ¿O sea, quieres que sea una mujer religiosa que me dedica a la oración, al servicio en un convento, que sea monja? ¿Qué quieres de mí? ¿Que sea esposa, mamá, que no sea nada de eso, que sea hija y que me dedica a cuidar a mis padres en la vejez? ¿Y Dios en esa en esa consagración me responde no y me dice no y yo quiero que seas esposa, pero para ser esposa primero te tienes que enamorar de mí no? Y es allí donde de verdad yo me enamoro totalmente de Dios, ahí un poquito después y me doy cuenta que mi vocación seguía siendo la misma, que Dios no me pedía nada con lo que yo no pudiera, pero que él quería de mí solo una cosa y era mi corazón y yo no se lo había dado a él, ni a nadie, ni a ningún novio, ni a mis papás, ni a mí misma. Yo tenía un corazón muy encerrado y Dios me regaló esa parte. Yo en mi consagración en la Virgen María Zweitausendein le pedí al Espíritu Santo que es el esposo de la Virgen María, así lo creemos los católicos, hoy es un día súper especial porque es domingo, día del Señor, es tercer domingo de adviento y estamos celebrando el domingo gaudete, que es el domingo de la alegría y es cuando el Espíritu Santo llega con María y le dice Alégrate, llena de gracia, el señor es contigo. Entonces así fue para mí y yo le pedí a Dios el don del gozo porque yo lloraba para todo y ahorita estoy llorando por todo porque estoy embarazada. Entonces discúlpenme, pero este pues es una alegría saberte amada. Perfectamente. Y ahí cuando yo me di cuenta que no necesitaba nada más que el amor de Dios cambie radical. ¿Entonces ahí es donde mi vida de fe comienza desde un punto más maduro no? Y entonces así en muchas palabras esa es la forma en la que llego a donde estoy hoy como una mujer casada a punto de tener un hijo que es una niña, segura de quién soy como mujer, hija de Dios, de mi vocación y de que en la vida no necesito nada más, más que el amor de Dios. [00:11:59] Josh Galt: Ÿousand Increíble. Lo que me fascina es de tu historia dos, dos cosas. Uno te pregunto después. ¿Primero tú estabas enseñando los niños cuando tenía 12 años y ellos como seis, siete años, entonces en esa época de tu vida para enseñar es la mejor forma para aprender, cierto? ¿Pero fue mucho después que ya pasaste en eso tiempo de duda o de quién soy, de qué quiere de mí Dios, etc. Entonces durante ese tiempo cómo trabajaste con las dudas? Como, como no sé las palabras, pero me entiendes que es como pues tengo dudas, estoy enseñando a los niños, pero para mí todo no es muy claro todavía. ¿Hasta llegar a ese punto cuando tenía 29 o 30 que dijiste espera, espera, ya es como algo más grave que estoy dudando o cuestionando o cómo fue? [00:13:10] Gabriela Cruz: Yo creo que lo importante aquí es que sepamos que la fe tiene diferentes momentos. Yo en alguna vez le dije a un sacerdote, creo que una vez que me confesé, le dije padre, es que me doy cuenta que yo no tenía fe, ya tenía yo 35 años tal vez y él me respondió, me dice si tenías fe, pero tu fe ha ido creciendo, tu fe ahora es más madura. ¿Entonces incluso Dios nos dice en la biblia no? Que nosotros vamos madurando nuestra fe. ¿Y yo creo que cuando era niña yo no tenía dudas, sabes ÿ? Yo creía en lo que me habían enseñado. Entonces para mí fue una experiencia muy bonita y que no recuerdo así al 100 % porque era muy chiquita de ser catequista y yo sé que a lo mejor y me fallaban un montón de cosas porque tenía 12, pero les agradezco a los papás que hayan dejado en mis manos la fe de sus hijos y yo estoy segura que a lo mejor en las palabras más sencillas de una jovencita de 12, 13,14 años, podía hablarles más fácil a los niños de seis, siete, ocho años acerca de quién era Dios. Hay algo que a mí me gustaba mucho y ni siquiera era tanto profundizar en el evangelio o en los salmos, lo que fuéramos a hacer, porque en el catecismo, que así se le llama como la escuela no sé qué, en las religiones protestantes tienen como la escuelita básica de domingos o sunday school, cosas así. Nosotros lo hacemos generalmente los sábados, los domingos no hay catecismo, sino que el domingo pues únicamente se va a misa, pero el domingo los niños que van a la escuela al catecismo, el sábado tienen que ir a misa. O sea, no es nada más de arrastrar el lápiz y colorear los libros porque son cosas didácticas, sino que hay que ponerla en práctica. [00:15:22] Josh Galt: Entonces los niños van a catequismo, catequismo, catecismo, catecismo, pero también tienen que ir a la misa y eso es diferente. Como dices en Sandisk, muchas veces los papás van a iglesia de adultos y los niños van a San Disco. [00:15:37] Gabriela Cruz: Entonces tú aprendes el sábado y vas el domingo a misa, pero cuando vas a la misa nadie te está explicando qué está pasando, o sea, entonces yo lo que hacía con mis alumnos era pedirle al Padre que me permitiera los vasos sagrados, que me permitiera un día la liturgia, que me permitiera otro día subir al que me permitiera conocer la sacristía. La sacristía es el lugar que está junto al altar donde se guardan todos los los vasos sagrados, la ropa que usan los sacerdotes, los libros donde se revisten, se quitan también sus sotanas, están los acólitos, etc. Pero son cosas que muchas veces nosotros como laicos, los laicos somos los que vamos a la iglesia y estamos allí recibiendo la palabra de Dios, somos los bautizados, no vemos o no nos no nos adentramos más. Y yo iba con los niños y les enseñaba todo. A mí me gustaba que vieran el backstage y que pudieran saber no, pues ya vamos a hacer la primera comunión. Pues yo les daba las hostias sin consagrar. Las hostias es el pan que nosotros consumimos ya consagrado, es el cuerpo y la sangre de Cristo. ¿Pero si no, pues es un pedazo de harina con agua y hecho circulito y listo, no? Él vino mismo decirles por qué era importante. Y eso siento que hace las cosas más fáciles de entender. Pero yo no tenía dudas en mi fe. [00:17:20] Josh Galt: entonces, bueno, eso eso me llega a otra pregunta. Los rituales ÿousand en la iglesia católica hay muchos rituales que son muy importantes, como estabas explicando. ¿Crees que la mayoría de gente que van a la iglesia, que van a la misa como adultos, que sepan que hacen qué significa todos esos rituales? ¿O crees que tal vez es un problema que trae dudas ÿ para los adultos porque han olvidado que aprendieran cuando eran niños de qué significa eso? ¿Qué significa esto? [00:18:06] Gabriela Cruz: Claro, pues son dos cosas. Primero, los rituales para nosotros son son más como ritos, son momentos especiales dependiendo del sacramento que se vaya a realizar o del momento de la misa. Pero son poco los católicos que continúan un camino de fe o de evangelización o de aprendizaje posterior a que concluyen sus sacramentos. Los sacramentos básicos que tienen los católicos son el bautismo, la confirmación, la primera comunión y la confesión. La confesión también es un sacramento. Existen otros dos sacramentos que es el matrimonio, el orden sacerdotal y la unción de enfermos. Son siete los sacramentos de la Iglesia católica. Entonces eso lo aprendes cuando tienes entre seis y 12 años. Naturalmente, si tú no continúas viviéndolo y conociéndolo, pues se te va a olvidar. Y además, lo que te pueden enseñar cuando eres niño a lo mejor no tiene una profundidad como lo que puedes tener ya cuando tienes una madurez en tu fe. ¿Y por eso la fe de los niños es una fe más inocente, no? Más natural, que te lleva a entregarlo todo sin preguntarte. Ya cuando somos adultos, como tú me decías, cómo le hacías con tus dudas de fe. Tenemos una fe más adulta donde crisis existenciales o momentos de dificultad y sufrimiento nos llevan a cuestionarnos la existencia de Dios. ¿Entonces, si no tenemos esa esa, esa casa bien firme y bien fundada, no? Lo que va a pasar es que pues no vamos a estar trabajando con cimientos donde se pueda consolidar la fe de las personas. ¿Y qué pasa? ¿A lo mejor, pues cuando anamisa a los adultos no están sensibilizados a los momentos de la misma, no? Por ejemplo, desde el canto de entrada, donde entra el sacerdote, hay un antífona de entrada y el antífona de entrada nos va a decir la antífona es lo que el padre dice en el micrófono, una pequeña oración y todo el mundo dice amén. ¿Entonces la misa, la eucaristía está bien estructurada, siempre va a ser la misma estructura, a pesar de que en algunos momentos pueda haber situaciones diferentes, no? Pero la estructura siempre es la misma. Básicamente son dos la liturgia eucaristía, la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística. Entonces, muchos católicos, por ejemplo, a lo mejor no saben qué significa cuando suena la campanita y todos nos tenemos que hincar. Entonces unos son incanantes, otros después. Algunos, por ejemplo, están más sensibilizados a ello, incluso participan leyendo las lecturas, pero son pocos los que han continuado un camino de fe y comienzan a entender la importancia, por ejemplo, del rito de la comunión. Es un ejemplo. El rito de la comunión es cuando llega la hostia, que es pan, y el vino, que es vino, bebida fermentada, y el sacerdote con una fórmula especial. La fórmula es lo que dice, las palabras que dice, y él con sus manos que están ungidas y ofrendadas para Dios. En el orden sacerdotal, Ÿousand es uno de los siete sacramentos que ya te conté, este hacen el rito de la transustanciación, que es cuando el pan deja de ser pan y por el Espíritu Santo y la fe de los cristianos se transforma en cuerpo de Cristo. Y el vino deja de ser vino y se transforma en sangre de Cristo. ¿Una vez que esto ya pasa, no? ¿Van los católicos o vamos los fieles, vamos los laicos, nos formamos en una fila 1 piensa bueno, pues es una fila, no? Como cuando voy a la tienda y tengo que esperar mi turno. ¿Pero tiene un significado, significa cómo va el pueblo de Dios caminando en la vida hacia Dios, no? ¿Por qué no va el padre uno por uno? ¿Por qué no hay otra forma? Bueno, porque ese es el significado, donde todos estamos en comunión. Entonces cada parte tiene un significado. Ÿousand pero no nos hemos cuestionado profundamente por qué hacemos lo que hacemos en nuestra fe. [00:22:43] Josh Galt: Y eso es lo que me preocupa en un sentido, escuchar lo que estás diciendo. ¿Porque dime cómo piensas o qué piensas es el estado de la iglesia hoy en día en nuestro bueno, en tu país, en el oeste, Zweitausendein, países más modernos, digamos, porque me parece que nadie estaba preocupado, parte de ti cuando tenía 12 años, que bueno, porque en los niños no? ¿Nadie está enseñando qué significa esto? Y yo he estado en misa, yo he estado en iglesias catedrales, durante la misa. ¿Y yo he visto, no para juzgar, pero es como la gente no toman tan sagrado tomando fotos o como hablando otras cosas y bueno, yo no voy a juzgar, estoy observando para entender, pero si la mayoría de gente no entienden qué hacen, entonces por qué lo hacen primero? Y si lo hacen algo que de verdad es muy sagrado, porque no hay más énfasis en Ÿousand enseñar a la gente, aunque son adultos, que mire, esto es muy sagrado, eso es la fundación de nuestro fe católico. Y cuando entras aquí poner una actitud, poner un espíritu de respeto. Totalmente. ¿Crees que eso existe? Yo estoy buscando de gente tomando fotos o hay algo de eso. Es como después de mucho tiempo hacer lo mismo cosa tal vez eso es la pregunta. ¿Crees que hay un riesgo de ritos o como dices, o rituales que si siguen haciendo siempre es lo mismo, cosa que eventualmente la gente no toman tanto sagrado? ¿Puede ser un riesgo en eso? ¿Y cómo vas a cómo puedes evitarlo? [00:24:49] Gabriela Cruz: Claro, yo no creo que sea la constancia, porque nosotros tenemos como católicos la bendición de tener la eucaristía todos los días. O sea, el día que tú quieras ir a misa, a una eucaristía, hay una iglesia abierta y el rito de la comunión, la transubstanciación todos los días se repite todas las horas ÿ del día por todo el mundo. Pero si tú has ido a una iglesia un martes por la noche, a lo mejor te encuentras con que la iglesia hay 10 personas, 15 personas, no, no está llena como los domingos. ¿1 vez le decía a uno de mis jefes que me decía no, pues es que fui a misa y yo le dije ay, qué bueno, me da mucha alegría y cada cuando va? O me dice no, nada más fui hoy. ¿Y yo le respondí usted tiene novia verdad? Y me dijo sí, le dijo a poca la veo una vez al mes y se empezó a reír. Entonces cuando hay amor en el corazón, cuando la alegría nos trae esperanza, cuando estamos realmente dispuestos a conectar con Dios, la frecuencia no viene siendo algo que a lo que nos acostumbremos. Y lo podemos comparar con un matrimonio, o sea, realmente la figura de la iglesia es que es el cuerpo de Cristo, también es la figura de la esposa, incluso en el Apocalipsis habla de la iglesia como la Esposa del Cordero, el cordero siendo imagen de Cristo, no sabemos pues cordero degollado ÿ que significa Cristo que muere por nosotros y nos deja su vida, él es el esposo que da la vida por la iglesia. ¿Sin embargo, pues en un matrimonio normal, común y corriente, pues el amor se tiene que actualizar todos los días, no? A lo mejor llevo un año de casada que yo ni un año de cumplido, pero bueno, hoy llegamos a 20 años o 50 años y la persona con la que despierto todos los días es la misma. ¿Entonces podría hacerse un pretexto, no? De decir bueno, entonces es que ya me aburrí de este señor o de esta señora. Next. Más bien creo que lo que falta es conectar realmente con esa esa fuente del amor, con esa fuente de la alegría, con saber que la abundancia no viene de un de una repetición de un mantra o de una manifestación en una libreta donde yo todos los días digo soy abundante y tengo riqueza, sino que viene de una actitud del corazón donde nos abrimos al amor de Dios. Entonces lo que nos falta a nosotros como católicos, pues es poder cultivar ese amor y esa fe. Y a veces yo siento que en el pasado la Iglesia pues se trató de abrir tanto las puertas para que todos pudiéramos entender qué es lo que sucedía, porque antes la misa era en latín, entonces los que hablamos español o inglés o el idioma que hablaran, pues no entendían y a lo mejor ese no entender se convertía en una devoción más grande. Además se convertía en que las familias tenían que ir a misa juntas y los hombres aquí en México iban de un lado y las mujeres del otro y el padre jamás volteaba a ver al pueblo, sino que estaba siempre hacia el altar, hacia el púlpito, siempre con los ojos puestos en Dios. ¿Y qué cambió en el Concilio Vaticano Segundo? Cambia esa forma de dar misa. Entonces el concilio es una reunión donde muchos obispos y muchos cardenales y gente especialista en iglesias se reúnen para ver cómo cómo estamos viviendo en la iglesia en el mundo. Esto no fue en México, esto fue a nivel mundial y dicen bueno, pues ahora vamos a hacer la misa en el lenguaje del pueblo, si son Alemania, en alemán, si es en México, en español, etc. Y el altar pues va a quedar enfrente como una mesa, ya no va a quedar en la espalda y entonces el sacerdote o el celebrante va a voltear hacia la hacia el pueblo, hacia las bancas donde todos están sentados para que sea la palabra de Dios la que se acerque a ellos. ¿Entonces ahí sí hubo un momento donde hubo un cambio, como tú dices, no? De actitud de la iglesia que parecía como muy cerrada, de no sabemos ni qué dicen, ni solo respondemos y hasta eso por oído de lo que se dice en latín y se trata de abrirlo a los fieles. ¿Y ahora con esa apertura, entonces nosotros qué hacemos? Pues nos relajamos. Entonces ya no es tan difícil el acceso a la información. Nos volvemos más acostumbrados a que puedo ir a misa, por ejemplo, aquí en la iglesia que está a la vuelta de donde estoy viviendo ahorita, a las ocho, a las 9:30 a las 12 a la 1:30 a las seis y a las siete. Te imaginas son siete momentos en los que una familia tiene la iglesia abierta aquí a la vuelta de su casa para ir a la iglesia y antes era una misa o dos misas a las 6:00 a.m. entonces creo que la cultura se ha ido relajando en general y sí que a veces este acercamiento de fe a nosotros nos lleva a no tomarlo tan en cuenta porque puede ir a la. [00:30:44] Josh Galt: Misa a cualquier hora, entonces es religión más conveniente ya porque para practicar tu fe antes tiene que ir como dices seis por la mañana y ya tienes siete oportunidades durante el día que puedes elegir cuando es conveniente con tu propio agenda. [00:31:04] Gabriela Cruz: ¿Entonces aquí nos damos cuenta que justo hoy viniendo de misa el padre dijo algo que si no lo digo bien discúlpenme Zweitausendein, pero tengo cerebro de cacahuate en este momento y él hablaba de Chert Stone que es un autor muy amigo de J. R. Tolkien y que decía que la forma de la forma auténtica de vivir y congruente ética la encontrábamos en una vida cristiana porque todo lo demás eran modas y las modas pasaban y las modas también se pueden dar dentro de una iglesia, no puede ser moda un padre que llegue y está tres años, no se va ese padre, llega otro padre y ya nadie lo quiere y nadie va a la iglesia y es verdad no? Lo que permanece a través de los años es lo que va siendo verdadero. ¿Entonces vemos aquí como la tradición y la cultura de la del catolicismo lleva milenios y milenios y si se ha actualizado, se ha tratado de llevar a la vida cotidiana, se ha tratado de abrir las puertas para las familias no? Por ejemplo matrimonios que profesan diferente fe, mujeres solteras, madres solteras, matrimonios vueltos a casar que nunca se casaron en su primera unión, no están únicamente unidos por un medio legal y ya son dos familias unidas y otro tipo de situaciones especiales. [00:32:42] Josh Galt: ¿Y crees que eso es bueno, que ya son más moderno y están haciendo eso? ¿O crees que sería mejor estar más estricta o más como estaba antes? [00:32:56] Gabriela Cruz: Yo creo que la doctrina social de la Iglesia debe de actualizarse, es por eso una doctrina social porque está enfocada en lo que está pasando y las necesidades de las sociedad, sin embargo la necesidad del ser humano viene siendo la misma. ¿Hay una parte de los dogmas de la Iglesia católica, el catecismo de la Iglesia Católica nos puede orientar muy bien en este tema y ese canon no no debería cambiar porque siempre es actual, siempre es vigente, siempre permanece la necesidad del ser humano desde los tiempos de Jesús hasta el día de hoy son las mismas necesidades, a lo mejor nos hemos inventado otras no? Como una carreola para mi mascota, que es una necesidad, pues que no es necesidad, entonces en fin, muchas cosas que realmente no necesitamos, pero la necesidad del corazón del hombre permanece. ¿Entonces yo creo que sí está bien que se actualice la doctrina social Ÿousand, no? ¿Hacia las realidades de las comunidades, hacia la realidad de donde yo voy a vivir, en mi entorno parroquial, aquí en Veracruz donde vivo, hay una parroquia muy linda que está en una zona pues de gente que tiene muy buena posición económica y entonces ahí el lenguaje con el que yo me dirijo a los feligreses, los libros que llevo, los textos Ÿousand no podrán ser a lo mejor los mismos que los que yo utilice en alguna comunidad rural, sin embargo, lo que cambia es la forma no? Como lo adaptamos, pero el dogma, la fe no debe de cambiar, debe de permanecer, que eso es lo que lo que es importante, la necesidad del corazón del hombre ÿ, esa no cambia ni va a cambiar. [00:34:58] Josh Galt: ¿Qué piensas? ¿Tú mencionaste que el lenguaje en una iglesia, en una zona más como rico económicamente, en contraste de un pueblo rural, hablando específicamente de México, México es conocido como un país católico, probablemente lo más fuerte de toda Latinoamérica tal vez, pero de lo que yo entiendo, pues considerando la mayoría de gente tiene su profesión, que profesor, que dicen como yo soy católico, pero lo mismo tiempo México pues siempre está muy alto políticamente en los niveles de corrupción, en ÿousand, violencia, etc. Entonces qué crees es la problema y la solución para eso? Que pues es un país que dice somos católicas, católicos, pero tenemos tanta corrupción, tanta violencia y bueno así es, yo he visto eso como esa actitud de así la palabra en español, pero es como gente son resignados, que bueno, así es el país, pero sí, yo creo en Dios, yo soy católico, pero eso no hay nada que ver con violencia, nada que ver con corrupción en el gobierno o en otros negocios, son totalmente diferentes. ¿Crees que son diferentes o crees que uno está como puede impactar al otro? ¿Porque bueno, no vamos a hablar de política, pero ÿ el señor Eduardo Verástegui que es muy, muy católica y durante la elección yo escuché mucha gente que son católicos que dicen nada, él no puede ganar, entonces no voy a votar para él, pero él es lo único que está hablando de estos valores católicos, eso no tiene algo de valor? ¿Entonces sí, para mí es hay un poco confusión, porque qué pasó con la desconexión entre el fe real y cómo estamos viviendo todos aquí en este lugar geográfico? [00:37:22] Gabriela Cruz: Claro, yo creo que esto viene de un tema de hace algunas décadas, donde hubo una separación entre la Iglesia y el estado Ÿousand, entonces vemos que en la época de las leyes de reforma aquí en México, pues precisamente esa fue la reforma, que la ley decía una cosa y no importaba lo que tú creyeras, o sea, hubo una separación entre la iglesia es la Iglesia y sus creencias, sus ritos y demás y el estado es el estado. Entonces cada quien Zweitausendein tienes su diezmo y tiene sus impuestos y tus cosas y yo las mías y antes todo estaba muy mezclado. ¿Eso naturalmente pues trae una ruptura entre el pensamiento cultural, no? Ese es un punto que a mí me parece que socialmente puede ser un parteaguas. Otro punto que me parece importante es que ahora no vemos al hombre en su integridad, no vemos al hombre como un ser político tal vez, pero olvidamos a veces que también somos seres espirituales y que también tenemos un cuerpo. ¿Entonces es un equilibrio, es un triángulo donde está nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro espíritu y ahí en ese en ese ser humano con dignidad que somos, pues llegan un montón de cosas no? La política, la religión, la familia, la educación, etc. Y ahí a veces nos confundimos y decimos bueno, yo soy un ser que está interactuando en una sociedad y le doy mucho más peso a la balanza de en dónde vivo, quién soy, cuánto dinero quiero tener, en qué casa me proyecto, si mi vecino tiene más que yo o tiene menos. ¿Y entonces esto va creciendo en nivel de importancia, no? Aquí en México a lo mejor somos un poco aspiración, aspiracionales, siempre hay mercados que están aspirando a crecer, pero yo aquí en México lo observo mucho porque siempre estamos tratando de llevar la super moda, como te decía hace rato de Chesterton, cosas que pasan y que realmente no son valiosas, de tener la bolsa que tiene la marca más grande, el consumismo. ¿Si tenemos también un tema un poco como de racismo, no? Donde incluso se puede notar estadísticamente y comprobado que las personas más claras de piel, más rubias, tienen un ingreso más alto que las que son más morenas o más con rasgos más indígenas. Entonces ahí se va perdiendo el corazón del hombre y entonces lo que yo crea es mi problema y no impacta en la política. Entonces incluso dicen adiós lo que es de Dios y al diablo lo que es del diablo. O sea, en una conversación en México, cuando tú hablas de política, hablas de religión, sabes que vas a acabar peleado. ¿Por qué? Porque en nuestra cultura no hay apertura para tan tan fácil como para diversidad de opinión y que no nos enojemos, porque yo no sé por qué somos muy enojones, entonces a veces nos apasionamos, pero entonces no entra en la política el tema religioso. Y cuando hay votaciones y los sacerdotes están diciéndote bueno, voten por un candidato o candidata que cumpla los valores del reino, vida, verdad, justicia, este, paz. ¿Entonces, pues uno lo acomoda a su conveniencia, verdad? Y entonces dices, ay, bueno, mi candidato pues sí está a favor del aborto, pero bueno, yo no voy a abortar. ¿Entonces, pues si no gana él o ella, pues, este, quién va a ganar, no? ¿Zweitausendein y empezamos a ver todo el panorama social, político, etc. Y la parte medular, no? ¿Lo que no cambia, no se observa y a lo mejor lo paso por alto, no? Entonces tenemos una fe más superficial, pero también tenemos una, una visión de que la fe no debe de ir combinada con nada. Zweitausendein y la realidad es que yo no puedo separarme, o sea, yo no puedo cortarme la cabeza y cortarme la cintura y que mis piernas vayan para un lado, mi cabeza piense una cosa y mi tronco otra. Eso es lo que pasa en nuestro país. Si somos súper católicos, yo creo que ya no tanto como éramos hace aproximadamente una o dos décadas. Se han dividido mucho las sectas cristianas y las otras religiones cristianas, además de que han entrado, pues muchos temas de new age, de ateísmo filosófico, este, como muy existencialista. Y luego se han mezclado muchas cosas que no van precisamente con ser católico y ser, no sé, creyente de las constelaciones familiares, por decirlo así. ¿Por qué? Porque son dos corrientes pues que no se topan, pero realmente no nos vemos como seres integrales. ¿Entonces, cuando yo no tengo fundamentado lo que necesito en mi vida para vivir, no? Los valores del reino, los sacramentos, en mi caso que soy católica, la oración, la vida, el vivir en un, en una realidad y congruencia con mi fe y mis valores, entonces ahí se pasa lo que tú dices, yo no soy congruente conmigo mismo y empieza a haber corrupción, porque en este país todos somos corruptos, porque en este país si no le das mordida al de tránsito, a la gente de tránsito, cuando te para, pues ya te quito $7000, mejor que te quite $500. Y entonces hay una ruptura. [00:44:06] Josh Galt: Creo que este tema puede tener en todas las conversaciones y para mí es uno de los más importantes. ¿Pero qué piensas? ¿Es la solución? ¿Porque y por qué hemos perdido como sociedad en general? No es solo México, es en todo el mundo, especialmente en los países que están creciendo, los países que desde ya son ricos. Es como, como dices, hay peleas y hablas de político o de cosas políticas o religión, pero para mí eso son, eso es la fundación de nuestro mundo y nuestra vida como humanos. Somos un ser espíritu espiritual que estamos teniendo esta experiencia como humano y entonces la religión, filosofía, eso es importante para pues nuestra vida aquí, el viaje y también lo que pasa después en la eternidad. Si todos tienen punto de vista diferente, pero bueno, algo pasa después de morir. Y lo otro es que donde vivimos aquí en el mundo, en el planeta tierra, la política nos toca en todos lados, no podemos evitarlo, no podemos escaparlo. Entonces me parece loco, honestamente que no podemos platicar de religión ni cosas políticos. No, no, solamente como en una manera pacífica, tranquilo, sin apasionar o sin estar apasionado, porque si la gente pues religión es muy personal y las cosas políticas pues hay impacto mucho, pero es como olvidamos que somos espíritu como infinito y tenemos que vivir en esta estructura política. Entonces por qué estamos peleando tanto en lugar de buscar soluciones, buscar ÿousand, ayudarnos, crecer. Eso, eso tal vez es. Dime qué piensas de del crecimiento en la iglesia católica, porque toca el tema de enseñar a los niños y como las dudas como adultos que tenemos es como ay, necesito un coche nuevo, más lindo, como mi vecino, como dijiste. Entonces olvidamos que pues eso es muy temporal, eso no significa nuestro valor como humano ni como espíritu. ¿Entonces cómo podemos volver en tu manera de creer en la Iglesia Católica? ¿Cómo puede tener un avance en el fe real que Dios está en el el centro de tu mundo? [00:47:09] Gabriela Cruz: Creo que aquí justamente eso es lo que nos estamos enfrentando hoy en la Iglesia Católica a nivel mundial. O sea, ha habido una deserción muy grande, sobre todo en los países europeos. Podemos observarlo en las iglesias que se han convertido en restaurantes, bibliotecas, discotecas. ¿Para mí, pues eso es un sacrilegio, no? ¿Es un dolor muy grande en el corazón que en el altar de los sagrados esté inmolando, si se está inmolando otro dios, no? Que no es nuestro dios. Pero lo que tú dices es muy cierto. Yo creo que tiene que haber una limpieza, como la parábola que habla del trigo y la cizaña y que aunque sea un poquito, si esto es algo de lo que profetizaba o decía el papa Benedicto 16.º y decía que la Iglesia católica se iba a reducir a una mínima expresión, o sea que sus miembros iban a ser muy poquitos, pero que de esos miembros iba a resurgir la Iglesia con una fe renovada. Y yo creo que aquí lo que pasa es que nuestra fe, nuestra mirada no está puesta en el cielo, que nuestra mirada no está puesta en Dios, que nuestra mirada está puesta en el siguiente iPhone que sigue o no sé. Sí, sí, sí. O sea, por ejemplo, yo me acuerdo que hace muchos años mis papás, muchos años, yo estaba en la primaria, recibieron una oportunidad de una organización donde decían que podían empezar a ahorrar para los estudios, los universitarios de sus hijos o de sus hijas. Y mis papás estuvieron dudando y me acuerdo no sé por qué de eso en si comprar ese seguro y tenían que ir pagando mes con mes. Este, pues tenían todavía mucha chance para que fuéramos nosotras adultas y cuando llegáramos a ese momento, pues pudiéramos acceder a cualquier universidad que nosotras quisiera. Entonces ellos decidieron no hacerlo y no compraron ese seguro. En contraste, otra persona conocida, mis papás, compra el seguro y resulta ser que nosotros nos enfocamos en una vida más espiritual, más de fe, aunque mi hermana y yo siempre hemos sido muy buenos estudiantes, muy sobresalientes en lo que hiciéramos, pero mis papás siempre nos ponían el énfasis en lo más importante. ¿Entonces llega el momento de ir a la universidad y ya mi hermana y yo elegimos por alguna razón escuelas públicas, no? Pero nosotras sabíamos que nuestra mirada no estaba en la universidad en la que estudiéramos, sino que esto estaba en Dios. Perdimos a lo mejor ciertas oportunidades. Por ejemplo, yo mi maestra de ballet quería que yo estuviera entrenando sábados y domingos y porque ella veía en mi potencial y mi mamá le dijo sí maestra, pero los domingos va a la misa y los sábados es catequista. Este y platico conmigo. No encontraste la otra persona que compró el seguro para su hija. ¿La hija no acabó ni la prepa, no? Entonces a lo que voy es que nuestros padres a mí, a mi hermana nos enseñaron a tener la mirada puesta en Dios antes que a un seguro en algo más, sino que mi seguro de vida siempre iba a ser Dios y es Dios y va a ser Dios. Con esto no digo que está mal que se compre un seguro. Yo tengo mi seguro de vida, tengo mi seguro de gastos médicos, etc. A lo que voy es que en la niñez los padres son los encargados de ser la voz de Dios para los hijos y cuando no hay esa congruencia entre la vida que se lleva y los hechos, entonces hay una desconexión, no es como las relaciones tóxicas que ahora les decimos, no es que me dice que me ama y por otro lado este se va y saca fotos con otra mujer. No, entonces no te ama, pero es que él me dijo que me ama. Entonces se vuelve una lucha interna y eso es lo que pasa. [00:51:30] Josh Galt: Exacto. ¿Eso es que está pasando, cierto? Bueno, en todas las religiones me parece, pero en la iglesia católica lo que yo veo y dijiste algo interesante de tu familia, entonces tú has vivido como una una pelea que gente van por su religión y otra van, otros van para su religión. ¿Y pues sí, sí, si lo ves como los números de gente que son cristianos, que incluye, está incluyendo cristiano el evangélico, y católico es como 2000 millones o algo como lo más grande y después Islam creo que es el segundo, etc. Pero cuántas divisiones hay entre cada secto de cristianismo, cristianidad y entre entre la iglesia católica? No sé, pero lo que voy es hay tantas peleas de ese tipo que no estamos ayudando al otro en el fe, como Mira, tú crees de una manera y tienes familia que creen de otra manera. ¿Cómo funciona eso? ¿Hay respeto, hay ayuda? ¿Solo como evitamos la conversación porque sabemos que vamos a pelear, pero es familia, no? Esas son la gente que pues estamos de sangre. Entonces debemos ayudar en este viaje como humano a llegar al punto, ser lo mejor humano, aprender lo mejor que podemos nuestras lecciones y todo. Pero hay tantas entre familias hay tantas peleas. Entonces, bueno, tienes, tienes suerte, tal vez no suerte, pero pues bendición en tu familia nuclear que tus papás y tu hermano todos estaban como así. Pero cuéntame un poco de la experiencia que mencionaste. ¿Si estás cómodo a platicarlo de otras partes de tu familia y esos divisiones y cómo, cómo sigues? Porque creo que hay muchas familias que pueden tener beneficios de tu experiencia y aprendizaje, porque es una situación difícil. ¿Primero puede dividir la familia y pues como cómo vas a vivir tu fe en público, en el mundo, en tu trabajo, en tu carrera, en frente del mundo, si no puedes vivirlo en frente de tu familia por miedo de pelear o algo? [00:54:26] Gabriela Cruz: Claro, pues yo te mencioné al principio que los hermanos, algunos hermanos de mi mamá se convirtieron al protestantismo, o sea, decidieron dejar de ser católicos a pesar de que mi abuelita sufría un montón porque mi abuelita tenía una familia pues de mucha fe. De hecho, ella quería ser religiosa cuando era más niña y si bien a mí no me tocó el cisma, por decirlo de alguna forma, a mí me tocó ser de las nietas menores, o sea, mi mamá es la hija penúltima. ¿Entonces, pues lo que yo recuerdo es muy poquito, no? Sin embargo, si en mi casa convivíamos con dos de mis tíos, una de ellos dos no era católica, pero, pero vivía ahí con nosotros. Entonces nosotras éramos muy niñas y ella comenzó a llevarnos a la escuela dominical. Ahí fue donde yo te puedo hablar de mi experiencia, porque lo que haya pasado entre ellos, pues no lo sé de primera mano, pero lo que sí sé es que ahí con eso, pues a mí me empezó a gustar y yo creo que mi hermana también, pues ir con un montón de niños y hacer actividades lindas y aprender la palabra de Dios. Y en la iglesia católica no teníamos esa esa opción para niños que todavía no están haciendo su catecismo. Entonces empezó a haber pleitos en mi casa porque mi tía naturalmente pues quería inculcar en nosotras algo bueno, algo bonito, pero pues no era dentro de la fe de mis padres, que mi papá cuando conoce a mi mamá no era católico, pero bueno, finalmente antes de casarse se convierte al catolicismo, pero pues él se convierte para casarse, o sea, no tuvo una conversión de fe allí, sin embargo, pues él acordó con mi mamá criarnos en la fe. ¿Seguramente no eran tan cercanos a la iglesia cuando nosotras éramos bebés, igual que ahora no? Pero bueno, Dios les ha trazado su camino y ellos han sido dóciles para el servicio. ¿Entonces pues ahí es donde yo sí me acuerdo no? ¿Casi que yo me estiraba un brazo mi mamá y el otro brazo mi tía, este para saber con quién me iba no? ¿Y entonces si es a quién quieres más o a tu mamá o a tu tía, entonces imagínate una niña de seis años no dividida entre la tía que quieres montón y la mamá que tu mamá no? ¿Y pues te dio la vida y la amas desde siempre y conveniencias también porque pues con quien este te sientes más cómodo o donde te diviertes más, donde te dan dulces, etc. Entonces si en mi familia la división de fe creó pues un sisma, una separación muy fuerte que hasta el momento existe cada vez menos, pero existe mucho en el sentido de que no podemos hablar de nuestra religión entre los que somos de diferente religión, incluso dime por. [00:57:50] Josh Galt: Qué eso y tal vez no hay por qué, tal vez es ok, qué es la solución que buscas? ¿Bueno, porque yo te conozco, entonces tal vez puedo preguntarte como de una manera más personal, pero tú eres muy fuerte de personalidad, cómo puedes estar con gente que son de tu familia, que tú sabes, ellos no le gustan tu religión feo, tienen otra creencia o algo como no crees que es importante a platicar con ellos y como cómo haces tú para para platicar con amor con ellos? Porque esos dos cosas creo que son importantes. Tiene que estar Bold con valiente, decir Mira, yo creo lo que creo, yo sé que es mi creencia, pero yo quiero compartir mi fe contigo, aunque no crees igual. Bueno eso es uno ser valiente, pero también con amor, como no voy a golpear, pegarte en la cabeza con mi Biblia porque yo he vivido eso también y eso no funciona tampoco. ¿Cómo lo haces para platicar con esas personas en tu familia que son muy resistente? [00:59:10] Gabriela Cruz: Mira, yo creo que el tiempo ha madurado la fe de cada uno de los miembros de mi familia, sobre todo de mis tíos, con los que pues podemos hablar de nuestra fe unida en una persona que es Jesús, no Jesucristo. Sin embargo, pues para mí como católica, la fe universal y la fe original por decirlo así, es mi religión, es el catolicismo para las personas que no son católicas, ellos piensan que nosotros pues estamos equivocados y que no deberíamos de seguir allí por varias cosas y no me voy a detener a juzgarlas ni a comentarlas porque no creo que valga la pena. ¿Muchos estamos ciertos no? Pero en el momento en el que encuentras un punto de encuentro que es el amor, finalmente Jesús, Jesucristo que muere por nosotros, ahí hay más apertura para la oración en conjunto, para la disposición a compartir. Naturalmente hay puntos que nunca van a congeniar, por ejemplo, la devoción que nosotros tenemos a nuestra madre María y ellos nos dicen pues no, no tuvo otros hijos, etc. Etc. No tienen por qué. ¿Ellos dicen que nosotros la adoramos, no? ¿Que es como nuestro Dios, pero no realmente no? Y entonces cuando cuando se deja en libertad el decidir ya como adulto tú eres lo que eres y yo soy lo que soy, pero nos une lo más importante que es el amor a Jesucristo y a Dios, creo que ahí es donde puedo abrir haber la comunión, sobre todo entre mi familia, cristianos y católicos. ¿Ahora es interesantísimo como yo lo he visto hacia la siguiente generación que son mis primos, donde se vuelve casi un tabú tocar ese tema, por qué? Porque pues yo considero que la mayoría de ellos se han alejado de su religión Ÿousand María, de su religión católica y a lo mejor se denominen católicos, no lo sé ahora en estas alturas. ¿Antes cuando éramos niños todos íbamos juntos a la iglesia y todos hicimos nuestros sacramentos y demás no? Pero ya de adultos pues ha vuelto algo innecesario y es como si ellos lo etiquetarán como un motivo de pelea. ¿Entonces yo me voy a la palabra de Dios donde Jesús nos dice en que él no hizo ningún milagro en Nazaret, donde él era por qué? Y Jesús te da la respuesta y te dice por la falta de fe, por la dureza del corazón. ¿Y a veces así pasa en nuestra propia familia, no? En el mismo Jesús lo sufrió, no pudo hacer ni un solo milagro en Nazaret por la dureza del corazón, porque a veces entre familia no es más difícil, porque yo vivía esto y porque mi mamá me dijo esto y porque mi abuelita me hizo esto y porque entonces traemos muchos traumas, muchos conflictos a nuestra mente y a nuestro corazón. Y aquí viene otra parte que es mía, muy mía, de ser psicotrauma, estudiar psicotraumatología, yo soy terapeuta y ahí nos damos cuenta que cuando no hay una salud en nuestra mente nos cuesta trabajo abrir nuestro corazón a la fe, al amor, a recibir a Jesús, a Dios, a abrirnos a nuestro ser espiritual, porque porque esas heridas lastiman nuestro ser espiritual. Entonces allí es es donde se complica. ¿Yo como lo hago? Me dices con amor. ¿Yo tengo, creo que algo aprendí en la maestría y fue no juzgar, no? Y más que en la maestría fue en mi propia transformación de vida. Entonces no juzgar, Ÿousand, es decir, no criticar lo que me estás diciendo, ni cuestionarlo, ni exigirte que me respondas por qué, ni decirte que eres un hereje porque te separaste de la iglesia católica, porque entonces ahí lo que estoy haciendo no es amar. [01:03:29] Josh Galt: Sí, tampoco progresivo. Bueno, tú no puedes, tú no tienes que juzgar. Yo voy a hacerlo porque para mí, pues este es un motivo para hacer este podcast. Yo veo. Y poner tu gorra de terapeuta tal vez para contestar en si no sientes como eso es mucho juzgo, pero yo siento que eso es uno de los problemas con cristianidad, que la gente creen o crecen con papás que pues era otra generación en las 60, 70 s, 80 s, como tal vez el té más fuerte y ya nosotros, nuestros indonesianos y los que vienen, los maldinillados joven y gen z están como no quieren pelear con su familia. Entonces dicen Oye, sí, yo soy católico, pero en su cabeza, en su corazón no creen nada de eso. Bueno, eso es incongruente. ¿Zweitausendein, no? Entonces para dejar el tema de religión y la parte espiritual de dejar tu fe y ser hipócrita, etc. No es congruente en su propia mente. No es no es ayudable para tu propio ser como humano a decir una cosa en público para evitar conflictos y vivir para realidad, que es totalmente diferente en tu vida. ¿Cierto? Y yo creo pues eso es el no sé cómo se dice, the thesis of this. Es como la gente tienen miedo a decir lo que en realidad cree, pero hacerlo de una manera que es como de confianza y de amor. ŸOusand. ¿Nos tenemos que encontrar la manera de ser congruente, cierto? Entonces no tiene sentido a decir una cosa a la tía o la abuela para evitar conflicto cuando es una mentira y tú sabes que es una mentira, mejor ser honesta. No puedes ser honesta sin pelear. O estoy equivocado, como yo puedo decir no, yo no creo en eso, esto es lo que creo. Ya, pero te respeto tus creencias. Está bien, podemos como agregar vamos a estar de acuerdo que no estamos de acuerdo. Yo creo que eso es. ¿Cuál es la solución para eso? Porque es obvio y tal vez es como dices que hay, como dijo la persona antes de la iglesia, que sería un remnet, como un grupo más pequeño, pero están en fuego para Dios, para su fe y eso va a evitar como ya a un crecimiento de la iglesia, porque yo no creo que es solamente algo de bueno, ya los corazones son frío. Yo creo que todo el mundo está buscando la verdad, Ÿousand. ¿Pero cómo puedes encontrar la verdad cuando estás viviendo una división, viviendo una mentira en tu propia familia, tus amigos, en tu propio ser? [01:07:03] Gabriela Cruz: ¿Entonces, cuál es tu pregunta? [01:07:07] Josh Galt: ¿Cómo, cómo puedes, cómo pueden vivir de una manera más sana todos? ¿Si uno es muy, muy católico, por ejemplo, cómo puede vivir de una manera más abierto con su familia, con el mundo, en trabajo, en lugares donde tal vez no es tan popular? Y sí, sí, uno creció católico, pero ya no creen tanto, nunca van a misa, pero todavía dicen sí porque no quieren que su mamá o su abuelo, otra familia están enojados con ellos. ¿Entonces dos preguntas si uno es muy, muy fuerte en su fe, cómo pueden vivir más como un luz en la oscuridad? Y lo otro es que si la gente tienen dudas, está bien tener dudas. Tú pasaste por eso, todos pasamos por eso. Creo que hay miedo de Bueno, yo tengo dudas porque cuando somos jóvenes no puede dudar. Dios dijo entonces tiene que creerlo. Es como no tiene que estar abierto a cuestión cuestionar. Pero para los dos sería más congruente, más sano de mente primero y después de espíritu, de todo tu ser, vivir de una manera consistente. [01:08:32] Gabriela Cruz: ¿Claro, pues mira, tú me dices cómo puedo hacer luz en la oscuridad? Primero, pues creyendo que soy luz, o sea, creyéndomela. A veces nos inculcan muchas cosas en la fe. Por ejemplo, yo me acuerdo de ser niña y de ir a evangelizar casa por casa, a tocar la puerta y en el jubileo del año 2000 iba con mis papás y a veces nos quedábamos dormidas en el coche. Ellos vivían su vida de fe. Estaban apenas pues en un momento fuerte donde eran jóvenes, donde a lo mejor no habían vivido eso como matrimonio. Y ese fue un ejemplo muy grande para mí. Entonces lo primero es que el ejemplo arrastra. Tú llevas contigo una semilla que tus papás sembraron en tu corazón y yo llevo conmigo esa semilla. Pero cuando no hay una una sanación integral entre tu alma y tu mente, pasa que no hay una integración, hay una una disociación. Y a lo mejor no es la palabra adecuada, porque disociación es un término que se utiliza en situaciones particulares de la salud mental, pero está peleado, está peleado lo que lo que mi corazón siente con lo que mi mente piensa. ¿Y entonces, cuando no hay una construcción sana de la autoestima de la persona desde el punto de vista de la dignidad humana que te da el ser hijo o hija preciosa, única de Dios, más tu papel, tu misión aquí en la tierra, no? ¿Y con la mirada puesta en el cielo, entonces es difícil querer ser luz, no? ¿Por qué? Porque cuando tú eres luz, tú te expones. O sea, cuando está de noche y prendes una vela, lo que brilla es la vela y te expones a que todos te volteen a ver. ¿Y entonces tú dime cuántas personas nos he escuchado decir que para qué va un católico a misa, para qué se confiesa si sale de la iglesia y sigue de alcohólico y sigue poniendo el cuerno a la esposa y de qué le sirve ir a la iglesia? Entonces Dios vino para todos nosotros que somos pecadores, tenemos un montón de errores, pero nos la pasamos juzgando a veces a la otra persona. Entonces primero ser conscientes de que ser luz implica ser congruentes con nuestra vida. ¿Entonces a veces pues yo sé que soy luz del mundo y sal de la tierra porque así me lo encomienda Dios, no? ¿Pero ÿ, pues implica varias cosas, no? Implica un estilo de vida, implica el amor por encima de todo, implica dar tu vida por los demás. ¿Y yo hablo de mis valores como católica, implica dejar tu vida, no? La palabra lo dice quien ama su vida la perderá y quien quien la aborrece se salvará. ¿Y yo antes no entendía esa palabra, yo decía Dios está loco, o sea, de qué habla? ¿Y es esto, el perder la vida significa servir a los demás, significa como dice la palabra, si tengo una capa, si tengo dos capas, doy una al otro, no? Si alguien me quita el manto, pues le doy también la túnica. Y vivir más de la mano de la divina providencia de Dios es que nos provee de casa, vestido y sustento y no nada más de eso, de la vida. Entonces primero es es un cambio interior que va acompañado de la salud mental, pero eso también debe estar conectado con la semilla que nuestros padres sembraron cuando éramos niños. ¿Entonces es un cambio de vida, no es un cambio de ahora voy a ir cinco veces a la semana a misa y ya con eso a lo mejor si Dios aparece ahí y ahí en ese esfuerzo das fruto, no? Pero esto viene desde que eres joven. ¿Uno, dos, tú me decías cómo puedo vivir con más amor con las otras religiones, no? Entonces cuando tú entiendes eso, te das cuenta de que la relación que tú tienes con Dios es entre Dios y tú. Yo como católica estoy segura que mi fe es la fe que me va a llevar a conocer a Dios. También estoy segura de que mi fe es la fe que nos dejó Jesús y no lo dudo. Y no significa que de pronto me quiera volver cristiana y de pronto le quiere entrar al budismo y de pronto no estoy segura 100. %. Sin embargo, sé que hay otras realidades en el mundo y sé que existe una única realidad que es el amor y que el amor nos permite darnos a los demás. ¿Entonces, qué es lo que para mí, qué es lo más importante, lo más importante es tener una actitud de apertura para con los demás, sin dejar de ser luz, no? Por ejemplo, en el trabajo, yo trabajo en una institución de gobierno, nunca he ocultado mi religión, nunca he ocultado mi fe, siempre que puedo y que se presta el momento hablo de Dios, siempre que puedo doy testimonio con mi vida. Entonces creo que lo importante aquí es dar testimonio con tu vida. Y así entonces el juicio se disminuye y la Biblia misma lo dice por sus acciones los conocerán. ¿Y creo que hacia eso va toda esta plática, no? Cómo podemos hacer nuevas y mejores sociedades a través de la práctica positiva de nuestra creencia Zweitausendein, que va siempre en favor del servicio y del amor a los demás. ¿Entonces mirar, mirarnos en un espejo y decir que estoy haciendo? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Por qué lo hago? ¿Quiero ser luz o prefiero esconderme abajo de la mesa? ¿Tengo y a veces nos falta valor, como tú decías, no? ¿Cuando yo me reconozco que no necesito nada en el mundo más que el amor de Dios, entonces puedo ser un sirio, no? Una vela, puedo ser un sirio, puedo ser un puedo ser un gran, una vela gigantesca para, para los demás, porque mi luz está reflejando, está conectada al amor de Dios. Entonces esa es una experiencia de amor única ÿ, que una persona tiene que tener con su creador, con Dios. Y a través de esa experiencia de amor es donde nosotros nos llenamos de ese valor, de esa fe, de ese gozo para vivir la vida a lo mejor con desprecios, con sufrimientos, con este, sin los placeres y las ventajas que te trae ahora la vida, porque no nos hacen falta, porque mi vida está fundamentada y centrada en el amor de Dios. ¿Y de allí entonces vienen los frutos de la fe, que son los actos y de ahí viene el poder sentarte con otra persona que no es de tu fe, no? Y decir pues yo amo a esta persona porque va a ser reflejo de Dios y porque el amor de Dios no se detiene, o sea, el amor de Dios se derrama. Y cuando tú entiendes eso, te das cuenta que cualquier persona que tú veas es digna de ser amada, sin dejar de lado quién eres, porque crees en lo que crees y a dónde vas. [01:16:38] Josh Galt: ¿Y esa parte es importante, cierto? Como la lógica de teología, cómo platica, cómo puedes platicar con alguien porque tú dices yo soy 100 % seguro en lo que creo, por ejemplo, un musulmán o una budista, un hindú, que un cristiano, que evangélico, que esos son, bueno, ellos también son 100 % seguro en su ideología, su dogma. ¿Cómo puedes practicar e interactuar ÿ con ellos? Con amor, pero de una manera de no evitar las diferencias, como si sentamos una persona de cara a religión para cenar y vamos a platicar de religión, vamos a platicar de Dios. Me parece muy, muy poco que eso pasa, especialmente con buena onda, que bueno, yo quiero entender qué crees. Ah, eso es interesante, pero yo creo este bueno, pero yo soy científico por 100 seguro que esta es la verdad. ¿Has tenido esas experiencias y cómo, cómo lo hace? [01:17:44] Gabriela Cruz: Pues mira, dentro del ser católico hay una parte importante que se llama ecumenismo. El ecumenismo nos habla de la convivencia en ese sentido de las diferentes religiones y puntos de vista espirituales del mundo. ¿Porque si yo me siento contigo y tu objetivo es cambiarme a mí y mi objetivo es cambiarte a ti y no es conocer quién eres, escuchar que crees y saber, pues más cuando yo no te veo a ti como persona y tú no me ves a mí como persona, sino que nos vemos como uno de los 144000 que hay que salvar, no? Aunque ya el pobre que haya vivido hace 20 años ya pierda su número. Entonces, este, pues no hay forma de hablar, no hay. [01:18:34] Josh Galt: Entonces todos tienen que estar abiertos de conversación para de buen fe. [01:18:40] Gabriela Cruz: ¿Sí, por eso te digo, lo importante es estar conectados en el corazón al amor de Dios para mí, no para mí como persona, porque yo no sé la persona que llegue y se siente enfrente de mí con qué corazón viene, no? Ni de dónde viene, ni a dónde van y cuál es su experiencia de vida. Pero si puedo escuchar, si puedo ver su cuerpo, puedo ver sus ojos, puedo mirar cómo se siente, cómo se expresa y a lo mejor en lo que va hablando y va diciendo, pues va sacando cosas de su vida y te va explicando por qué cree lo que cree y por qué es así. Yo tuve la oportunidad de vivir en España y en la residencia donde yo vivía era una residencia que llevaban monjas del Inmaculado Corazón de María, ya no me acuerdo. Y este y Mirmi es una una mujer que era católica, pero era de Siria. ¿Entonces sí era católica romana, no era católica ortodoxa, pero había tenido una experiencia muy, muy, muy diferente con su cultura, que era una cultura llena de musulmanes, no? ¿Y a la vez también en la misma residencia católica teníamos chicas que profesaban la fe musulmana y vivían en una residencia de niñas, de jóvenes, de religiosas católicas, no? Y entonces, pues nosotras no estábamos obligadas a nada, pero siempre antes de la comida se hacía una oración para comer, por ejemplo, este y teníamos un oratorio al que tú podías ir, una capilla. Había un día donde podíamos entre todas las religiosas hacían una oración para nosotras. ¿Nosotras pues íbamos, no? Etc. Y ahí también a veces iban las chicas musulmanas y encontraban una comunidad de acompañamiento, de amistad, de amor. ¿Entonces, finalmente, incluso la iglesia se abre a estas diferencias sociales que ahora vemos en nuestra época para aceptar matrimonios interreligiosos donde la fe no es la misma, pero el amor de Dios es el mismo, donde no se le impide a la persona creer ni crecer en su relación y su fe con Dios, sino que en el conocimiento del amor, no? Donde Dios nos hace a todos como personas, ahí puedes encontrar adiós. ¿Entonces creo que lo principal para mí y que yo no le puedo exigir a nadie es una apertura de corazón, no? ¿Claro que a veces pues nos duele, nos lastima que a lo mejor nuestra nuestra fe no no esté siendo respetada, no? O que se esté hablando de un sacrilegio o que no se esté respetando, por ejemplo, la sagrada Eucaristía con las personas que no profesan nuestra fe, no comulgan con nuestra fe y dudan de la autenticidad del cuerpo de la sangre de Cristo, porque para nosotros eso es algo sagrado. Entonces también en ese mismo sentido va el comportamiento de la persona. ¿Si yo sé que estoy abierta al amor, pues mi primer amor es Jesús, no? Yo no puedo amar a mi esposo, ÿ, a mis hijos, a mi hermana, a mi mamá, a la gente que me rodean y trabajar con ellos, si yo no estoy segura de que soy yo una hija amadísima, única, irrepetible hija de Dios y que ahí está mi valor. Entonces cuando yo encuentro mi valor en mi espiritualidad, en mi fe, en la mujer que Dios me ha hecho, entonces pues no me interesa tanto brillar en el mundo, no me interesa que mi luz sea una luz que hable de Dios, que a lo mejor yo pueda decir híjole, sí, como que al menos, al menos vi uno de los valores o vi que nunca fue corrupta o vi. Ya no vamos avanzando, pero es una disposición del corazón. Sin eso al amor, sin eso no podemos avanzar. [01:22:52] Josh Galt: ¿Cómo has encontrado tu propósito o como puede uno encontrar por qué estoy aquí? Como dices, yo soy una hija de Dios y eso es mi valor, a través de eso viene mi valor. ¿Pues tú has estado en un viaje de fe para toda su vida, pero como encuentras ya hoy en día tu propósito de la vida? Porque yo, Gabriela, estoy aquí en esta vida y yo tengo todo ese talento. ¿Qué hago con eso? ¿Cómo lo encuentras? ¿Cómo puede decidir o escuchar la palabra de Dios? ¿Cómo vas a vivir? ¿Porque todavía tenemos que vivir en el mundo, pero es muy difícil, no? No somos como los delfines, los pájaros que no tienen falta de nada y no tienen duda, solo viven quien son. Soy un delfín, voy a nadar, voy a encontrar pez, voy a comer, no tengo, tengo sol, tengo olas, lo mismo los pájaros y dices la biblia dice, pues no falta nada, pero nosotros siempre estamos buscando cosas materiales o posición o dinero, etc. Y tal vez a través de eso nos traemos dudas o es solo una parte de los retos de ser humano. ¿Cómo has encontrado tú el paz y el fe de quién eres y cómo vas a vivir, que Dios va a proveer? [01:24:38] Gabriela Cruz: ¿Pues yo creo que al principio es una fe muy infantil, no? Como es lo que es creer lo que tus padres te dicen. ¿Conforme vas creciendo te vas haciendo preguntas, por ejemplo, qué voy a estudiar? ¿A qué me voy a dedicar? ¿Me quiero casar o no me quiero casar? Y entonces ahí Dios tiene un papel fundamental. ¿Pero nosotros a veces no le preguntamos a Dios Oye, para dónde va mi vida? ¿Oye, cuál es el deseo que tú que tú has puesto en mi corazón, que viene de ti y para ti? ¿Para mí el descubrir mi vocación, pues fue un momento muy bonito, pero que llegó ya muy tarde en mi vida, porque pues yo vivía tarde por poner una edad, no? ¿Yo vivía segura de que quería casarme y tener hijos, pero después, cuando llegó el momento, yo no sabía si de verdad quería casarme, tener hijos, sabes? Yo no estaba lista ni preparada. ¿Entonces, pues ese matrimonio no se materializó y entonces entró en una crisis existencial en esa época que te digo de 29, 30 años, que duró algunos años, no? Porque Dios también nos permite desiertos espirituales para encontrarnos en el desierto con él. ¿Es decir, no quiero nadie más alrededor más que a ti, no? Y ahí es donde tú estás uno a uno con Dios en ese momento difícil. ¿Y ahí en esta consagración que te conté en el principio que hice de 33 días, yo estaba tan harta, no? Tan harta de no saber qué rumbo tenía mi vida ya a esa edad, trabajando, habiendo estudiado, habiendo conocido el mundo, este, teniendo muchas experiencias, acaban acabando de decidir no avanzar en planes de matrimonio. ¿Pues yo le decía adiós, oye Dios, pues dime qué quieres de mí, porque a lo mejor yo estoy mal, no? ¿Y a lo mejor tú me quieres de monjita en el convento haciendo galletas y me gusta cocinar, no? A lo mejor por ahí va la cosa. Y estaba yo súper confundida. Entonces, en el momento en el que yo le dije sí a Dios, sí a lo que tú quieras, solamente quiero ser feliz, porque eso es lo que Dios quiere de nosotros, o sea, no nos trajo aquí para humillarnos, ni nos trajo aquí para Ÿousand, para nada más que nuestro espíritu esté lleno de gozo y el gozo que viene de Dios, el gozo que viene del espíritu. [01:27:06] Josh Galt: ¿Entonces, por qué tanto dificultad en el mundo? [01:27:09] Gabriela Cruz: Bueno, esa es otra pregunta, pero primero. [01:27:12] Josh Galt: Bueno, volvemos a eso. [01:27:14] Gabriela Cruz: ¿Pues mira, es que aquí yo creo que se puede responder un poco con lo que te he dicho ya, no? Cada cada uno de nosotros tiene una misión. Por ejemplo, yo te decía en esa crisis existencial en la que yo estuve, yo sentía mucha dificultad. ¿A lo mejor era una tontería para muchas personas que tienen problemas muy grandes, pero para mí era muy difícil saber que tenía más de 30 años, que no había encontrado una persona para casarme, que sentía que había desperdiciado mi vida, que seguía viviendo con mis papás, que mi trabajo no era como lo más agradable para mí, que no tenía claridad ni ni nada, no? ¿Entonces yo decía, bueno, y para qué estoy aquí? Para que me diste tantos talentos, para que me hiciste una mujer bonita, para que me hiciste una mujer, para que. ¿Para nada, yo no sirvo para nada en este mundo, no? Entonces, pues así son las dificultades en el mundo y ahí en ese desierto me puedo encontrar con Dios. Y en el mundo hay muchas dificultades y muchas de ellas nos sirven para encontrarnos con Dios o para ver a Dios. Por ejemplo, cuántas veces no es a través de una persona que tiene una limitante donde nosotros podemos valorar nuestra vida, donde nosotros podemos también dar lo que tenemos, hacer alguna donación, dar de nuestro tiempo, ser caritativos. Entonces cada uno de nosotros tiene un sufrimiento, pero también tiene un propósito para los demás. A lo mejor ese propósito no llegamos a saberlo porque tú no sabes cómo una pequeña oración puede cambiar la vida de otra persona, tú no sabes lo que tu testimonio pueda hacer en la vida de alguien más, pero lo que sí sabes es que Dios te mandó a hablar, te mandó a hacer luz, a hacer sal. ¿Entonces yo creo que ahí en ese desierto yo me encontré con Dios, no? Y yo entendí en esa consagración, yo le dije Dios mío, si tú me quieres, monjita, hazme monjita, si me te digo lo que tú quieras de mí, pero ya por favor dime porque ya estoy, estoy muy cansada. Pero la que yo, la que no había abierto su corazón para rendirse, para decir lo que tú quieras, era yo. ¿Dios ahí estaba, no? ¿Y yo seguía luchando y seguía, este, queriendo cosas que a lo mejor no me convenían y seguía siendo una persona súper engreída, tal vez, o más soberbia o con mucha vanidad, no? ¿Entonces en el desierto, que es una metáfora, naturalmente en la soledad, pues no hay necesidad de verse increíble todos los días, hasta para ir a la tiendita de la esquina, ni hay necesidad de nada más que de, pues ver de dónde vas a vivir, no? Dónde vas a sacar el agua, cómo le vas a hacer para sobrevivir. Y entonces el desierto se vuelve un momento de contacto con tu espíritu, con quien realmente eres, y por eso se necesita a veces el momento de sufrimiento, Ÿousand. Entonces ahí Dios, yo le digo, Dios mío, si tú no me quieres casada, si tú no me quieres con hijos y tú esto que yo siento en mi corazón no es para mí, pues dame, dame la fe, dame la voluntad, dame el camino, porque hay como 1000 órdenes de monjitas y bueno, en fin, y yo sé y Dios me lo reveló porque lo escuché, lo leí, lo viví, lo sueñé y me dijo no, pues tu vocación es la familia. ¿Y yo le decía bueno, pero estás seguro? A ver, chécale bien, porque como que en 30 años no he avanzado mucho por ese camino, si esa es tu vocación. Después más tarde, ya con un corazón lleno de gozo, porque en esa consagración Dios me regaló el don del gozo, o sea, yo se lo pedí porque yo siempre lloraba, yo no podía hablar de lo que yo sentía o pensaba, no me ponía a llorar, me daba nostalgia, me daba tristeza y yo lloraba y lloraba y no sabía ni lo que lo que iba a decir. ¿Después de eso pasaron algunos años, me volví a encontrar con Dios en otro retiro y ahí yo estaba súper enojada porque de esa consagración a ese retiro habían pasado como tres años y yo le dije a ver Dios, no que querías que me casara? O sea, no encuentro ni nadie para casarme. ¿Este, los últimos chicos con los que he salido han sido unos patanes, o sea, uno me desinvitó de una boda, o sea, cómo haces eso, no? ¿Este, en fin, y yo dije qué onda? ¿A lo mejor yo estoy mal o te escuché mal o demuéstrame que existes porque o sea, qué onda? ¿Y Dios fue tan paciente conmigo, cada cosa que yo le pedía me la respondía en ese retiro yo le decía si es de verdad que existe esa ver, mueve las nubes para que yo pueda ver la luna y se movían las nubes y la luna salía, no? Y yo, ay, no, hasta me caía gordo, decía. Este, hasta que en un momento estaba yo pues saliendo una charla del mismo retiro y nos dijeron pues vayan. Era la charla, reflexionabas en tu momento de soledad y como Dios te quisiera hablar, no vayan y no hagan nada, esta vez no hagan nada, traten de dejar que Dios les enamore, no les hable a ustedes. Y yo bueno, perfecto, pues yo no voy a hacer nada. Entonces agarré y me tiré así en el pasto a ver el cielo y metí sobre mi bolsa y en mi bolsa llevaba un termo de agua que estaba muy duro y me lastimaba. Saco la bolsa, pero para sacar el termo tengo que sacar la Biblia. ¿Pongo la Biblia encima de mis piernas, pues para acomodarme, verdad? Y en eso viene una racha de viento súper fuerte y abre la Biblia así de golpe, esta mini Biblia que tengo aquí y la abre encantada los cantares y lo único que dice es un poema y dice qué hermosa eres, por aquí está, pero no lo encuentro. ¿Qué hermosa eres, no? Y entonces la instrucción era dejarte que Dios te hable, que Dios te enamore. ¿Y yo no lo creí, pero ni 1 s, no? Yo dije bueno, ajá, sí, en la naturaleza o lo que sea. Y entonces era era Dios, mi padre, pero hablándome, hablándome al corazón, enamorándome de Dios. ¿Entonces creo que lo importante, ya no me acuerdo tu pregunta, no? Pero entre las dificultades, Ÿousand, entre los momentos de sequedad, allí es donde reside la oportunidad perfecta de encontrarse con uno mismo, de encontrarse con Dios. Y pues así en la vida también podemos ser luz para esas personas en sus momentos de dificultad. [01:34:05] Josh Galt: Y me parece que hay una confusión que puede pasar en la vida de gente en lo que dices que Dios te pasó como el don de gozo, de felicidad, pero no es felicidad, es más poderoso, más profundo. Creo que puede pasar una confusión que la gente está buscando felicidad, pero de todo el mundo material, de tener cosas y tener estatus y todo eso, cuando la realidad es para ti. Era no, eso gozo viene a través del amor de Dios y mi conexión con Dios. Entonces eso es, eso era la pregunta, porque no hacemos como los pájaros, los delfines para estar tranquilo y tener fe y como yo voy a conectar con el amor de Dios cada día y voy a tener fe Zweitausendein con gozo, con felicidad, no voy a estar como deprimido y todo, voy a tener fe que Dios va a proveer y que tengo yo como humano tengo un propósito y a través de eso viene el gozo real, que no es solo felicidad como Shallow. [01:35:26] Gabriela Cruz: Superficial, superficial. ¿Pues sí, es un poco lo que me preguntabas hace rato, cómo encontré mi propósito? Yo creo que mi propósito lo encontré Ÿousand, al saber que yo tengo que ser luz del mundo, sal de la tierra, tengo que evangelizar como en el día que esté, en el momento en el que esté, en la situación que esté. Ese para mí es mi propósito de vida. A través de que del gozo. O sea, para mí el gozo ha sido mi transformador. ¿Y hoy nuevamente estamos en el domingo del gozo, no? Este y el padre decía en la misa y para mí es bien importante reflexionar la palabra, pero también reflexionarla con otras personas en comunidad se goza diferente y se aprende diferente. ¿Pero el padre nos decía el gozo muchas veces pensamos que viene de tener el último iPhone, de que me casé con el hombre más rico, el más guapo, de que mis niños son los más inteligentes, no? ¿De que mi familia está junta y todos tenemos salud y ese es el gozo, no? No sé, tantas cosas que nos pueden dar mucha alegría en el día a día y Dios no se aparta de eso para nada. ¿Nosotros tenemos que ser ejemplo de ese amor que viene de Dios, no? Para el gozo viene de un corazón lleno de agua viva, que es el corazón de Dios. ¿Entonces ahí no nada más desde que hay soy positivo y estoy buscando que no haya nada negativo en mi vida y tengo que acomodar todo para que la energía fluya y entonces nada se obstruye y no, o sea, viene de una actitud de cambio de vida, de saber que en la dificultad yo tengo gozo, porque el gozo no viene de mí, el gozo viene del Consolador que es el Espíritu Santo, porque yo estoy conectado, conectada a esa Fuente del Gozo que yo puedo estar enamorada de Dios y así estar enamorada de hasta de la persona que pasa barriendo la calle, enamorada en un sentido espiritual de decir veo a Dios en esa persona, no veo a Dios en mi esposo que me está haciendo la vida de cuadritos hoy, pero ahí está Dios, veo a Dios mi mamá que ya no deja de enmarcarme todos los días 20 veces para preguntarme cómo abrir su correo electrónico, que esa no es mi mamá, pero conozco personas que dicen ya no sé qué hacer, no? Porque este mi mamá depende mucho de mí o porque tengo que ir a cuidar a un enfermo. Y entonces así haces, purificas tu vida, va santificando tu vida. ¿Y finalmente para nosotros los católicos el objetivo primero es el cielo, no? O sea, nuestro gol así es llegar al cielo. ¿Segundo, pues es hacerlo con la más santidad posible, que es la santidad, pues es eso, tener nuestro corazón conectado al corazón de Jesús, vivir las dificultades, las adversidades, las cosas positivas, buenas en los momentos de dolor con gozo, con el gozo que viene del espíritu y que ese gozo es un gozo sanador, es es algo que sana, que transforma, porque para transformar el dolor en gozo, el sufrimiento en alegría, o sea, no es algo que sea natural, que no corresponde al humano, es algo que va en un nivel espiritual, no? Para transformar se necesita quemar, se necesita quitar, se necesita romper. Y nosotros en la Iglesia católica creemos que Dios tiene su vida puesta en nosotros como si fuéramos barro en sus manos. ¿Y hace poquito hablaba yo de mi propia definición de humildad, que la acabo de encontrar y yo decía bueno, para mí ser humilde es dejar que Dios moldee mi vaso, porque a lo mejor yo siento que mi vaso ya está así increíble y no ser tan dócil y ser tan suave en mí, en mi espíritu, que Dios le siga dando forma, no? Y eso no es fácil. Pero si nosotros dejamos tocarnos por Dios, pues lo haremos con gozo. Entonces, cuando yo vivo mi vida con gozo, cuando estoy contento, alegre en la dificultad, no nada más estoy viviendo mi fe para mí, sino que estoy dando ejemplo a los demás, Ÿousand. Y cuando te das cuenta, tú estás bien contento y llegan las personas y te dicen es que yo no sé cómo le haces, estás bien contenta en esto que te está pasando y es que yo te admiro. ¿Y tú dices no inventes, pues gracias, no? Yo solo lo único que estoy haciendo es tratando de no desconectarme de Dios. ¿Y la vida de santidad para nosotros es eso, no? Vivir en un estado de alegría, de amor, de perdón, ÿ. Por eso creemos en el sacramento de la confesión, porque sabemos que cuando existe un pecado es algo que nos rompe espiritualmente, separándonos del amor, de la fuente del amor o de la fuente del gozo que es Dios. Y mientras más pecas, más te separas. Es como pues llega un momento en el que dices bueno, este me encanta este ejemplo, la chica de Onlyfans que dijo que se iba a acostar con 100 hombres en un día, ella hizo y se acostó con 100 hombres en un día. Luego dice que se sintió como una prostituta, literalmente, y que era como un robot y que sintió que los hombres querían platicar con ella y que no tenía ya ni tiempo de eso. ¿Y entonces su espíritu está tan separado que ahora dice ah, pues ahora me voy a acostar con 1000 en un día, no? Entonces es justo eso el ejemplo que pasa con el pecado. Bueno, dije una mentira, ok, Ÿousand, mañana me confieso, o mañana pido perdón, o mañana regreso el peso que me robé. ¿Y al otro día te robas $10 y el otro día dices 10 mentiras y al otro día, hija, cuando te diste cuenta, pasó un año y ya estás tan separado que dices no, Dios no me va a recibir, no? ¿Vaya para que me confieso si vi que la vida es bonita también de esta forma, pero nuestro espíritu se entristece, no se llena del gozo que sana, no? Entonces, para mí eso es, ese es el motivo, la razón de la fe, y que la fe transforma vidas. Y transformar una vida transforma en una familia. Transformar una familia cambia el mundo. ¿Entonces, para que podamos llegar a sociedades que formen comunidades de verdad, de colaboración, de aprendizaje, de comunicación, pues tenemos que cambiar Ÿ familias, no? Tenemos que cambiar corazones y tenemos que poner nuestros ojos en el cielo. [01:42:00] Josh Galt: Qué hermosa. Bien dicho. Una última pregunta muy no es muy corto, es muy específico que me gusta preguntar. Si alguien está buscando a mejorar su fe, no importa cuál, cuál fe quieren vivir con más integridad. ŸOusand. ¿Qué sería el advice, el aviso, el consejo? El consejo. Gracias. ¿Cuál consejo das a esa persona? Una cosa que si lo haces cada día por el próximo mes, próximos 30 días, que va a ayudarte a cambiar tu vida. Uno solo una cosa, un consejo que si de verdad de corazón estás buscando mejorar tu fe en Dios, tu conexión con Dios, como dices, tu integridad, haga desde una una cosa cada día para los próximos 30 días y vas a ver que vas, vas a crecer y ya tener momento. [01:43:09] Gabriela Cruz: Yo creo que depende mucho de la fe que uno tenga o de lo que busque. Pero primero, lo primero que yo le recomendaría a esa persona sería reconocerse vulnerable, reconocerse necesitado o necesitada, reconocer que a lo mejor lo que yo pido no es lo que necesito. Entonces abrir y estar dispuesto a recibir algo que ni siquiera quiero recibir, como como cuando yo le dije a Dios si quiere ser monjita, pues bueno, ya ni modo. Yo no quería recibir eso, pero mi corazón ya estaba tan cansado que yo dije no importa, señor, pero sáname. ¿Entonces lo primero es reconocer que a lo mejor no hemos, no hemos sabido ni siquiera poder conocernos tan profundo de estar conscientes de lo que realmente nos pasa, no? Primero. Entonces de ahí una disposición de corazón. Primero siéntate contigo, abre tu corazón y no sé ni siquiera que me duele más, no, ni a lo mejor sé. Yo pedí a un novio y Dios me dio el amor que es él. Entonces lo que yo estaba pidiendo ni siquiera era congruente con lo que yo quería, con lo que mi corazón realmente anhelaba. Y a veces estamos con una visión muy sesgada de lo que pensamos que necesitamos. Entonces primero muéstrate vulnerable, no ante los demás se puede, sí, es válido, pero ante Dios y decir Señor, yo no sé, no sé, ya te he pedido a, b, c, d, e, pero a lo mejor lo que tú quieres es que te deje de pedir. Para mí el secreto fue dejar de hacer. Yo siento que yo hacía muchas cosas porque mis papás así me lo inculcaron en la fe, en su ejemplo. Entonces yo tenía en mi mente, porque ni siquiera mis papás me lo dijeron así. ¿Yo pensé que tenía que ir a misa a hacer esto y esto y esto y esto para que Dios me amara y para que Dios me compartiera, no? Un poquito de lo que yo le pedía, pero no, Dios me enseñó no hagas nada. Entonces aquí yo les diría no haga nada. Siéntense, reconozcanse vulnerables ante Dios y allí Pídele al Señor que te muestre tus heridas. Muéstrame, Señor, mis heridas y sáname. A lo mejor muchos católicos me dirán no, pues es que hay que ir a misa y si hay que ir a misa todos los domingos y todos los días si se pudiera, hay que confesarnos también, Zweitausendein, si no te has confesado, busca el momento de hacerlo. Muéstrate vulnerable ante Dios, porque Dios está ávido de que tú le digas ven a ayudarme. Y a veces no le abrimos esa puerta para que nos ayude. ¿Entonces todos los días pídele a Dios con un corazón necesitado, con un corazón humilde, no? Y pídele que te muestre, que te muestre tus heridas y que te sale todos y lo demás vendrá por añadidura. ¿Por qué? ¿Porque cuando uno pide la salud, en las parábolas lo dicen, no? ¿Jesús les pregunta bueno, y qué quieres? ¿No está el otro pobre tuyido ahí tirado, pues es lógico que necesita caminar, no? Que no ve, pues que necesita ver Ÿousand. ¿Pero Dios nos da una voz, nos da voto, nos da talentos, inteligencia, cuerpo, todo, pero quiere saber qué queremos, qué queremos? Entonces a lo mejor no hemos estado pidiendo bien, no hemos reconocido realmente dónde nos duele, porque nos duele tanto que no somos capaces de tocar esa herida. Entonces pídele a Dios, muéstrate vulnerable y con esa sencillez de exponer tú vaso de barro, o sea, tu cuerpo, tu espíritu, disponerlo a Dios, el Señor, tócame Señor, muéstrame dónde están mis heridas, muéstrame qué es lo que tengo que sanar y sanar. [01:47:31] Josh Galt: ¿Bueno, gracias Gabriela, qué alegría y qué irónico que hoy en este día, que es un día de gozo, cierto? Que irónico que, en fin, tenemos esa oportunidad de platicar y hemos intentado por mucho tiempo ya hacerlo, pero por supuesto, los tiempos van a quedar así. Muchas gracias para todo el conocimiento y sabiduría que compartiste. [01:48:00] Gabriela Cruz: Gracias a ti, Josh. Y alégrense.